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Los tintes hechos a base de cáscaras y hojas son mis elegidas a la hora de volcar color en el papel. Hechas con desechos de cocina, preparadas sobre la hornalla en nuestra cacerola de todos los días, son un recurso maravilloso. La receta que les voy a pasar debe ser descartada una vez utilizada, ya que al no llevar conservantes se forman hongos en los restos que quedan en el frasco. MATERIAL TINTÓREO (elegir uno)
Todos estos materiales son resistentes a la luz y soportan bastante bien el paso del tiempo aunque siempre sufren alteraciones. Hay materiales conocidos por generar manchas de colores vibrantes, como el repollo colorado, la remolacha y la cúrcuma, pero se los considera tintes fugaces ya que tienden a desaparecer casi por completo después de un tiempo (la duración puede variar según la exposición a la luz). Dicho esto, siempre es iluminador dedicarse a experimentar así que a agudizar la vista y a aprovechar todos esos conocimientos de cocina acumulados a lo largo de los años. Estos materiales no son lo ideal si estamos pensando en hacer algo que queremos que se mantenga inmutable por muchos años, pero como experimento y experiencia a mi me parecen excelentes y los utilizo en mis trabajos porque abrazo el paso del tiempo, sus cambios y lo efímero como refugio de la belleza fugaz. CANTIDADES La cantidad de material a utilizar dependerá de la intensidad del color que estemos buscando y de lo que tengamos disponible. Por ejemplo, la cáscara y el carozo de una palta son suficientes para lograr un tono rosado suave. Si tenemos más, mejor y sino, arrancamos con eso. En el caso de la cebolla se precisan bastantes cáscaras y sugiero comentar este experimento a familia y amigxs, que les aseguro se suman encantados al acopio de cáscaras y carozos. ELEMENTOS NECESARIOS
PREPARACIÓN DEL TINTE 1- Colocar el material tintóreo elegido en el frasco y cubrirlo con agua hirviendo hasta el tope. Luego tapar con una tela y dejar reposar 24hs para que se ablande y comience a largar el color. 2- Una vez transcurridas las 24hs, colar el contenido del frasco en la cacerola y escurrir bien el material tintóreo para aprovechar todo el líquido coloreado. 3- Llevar el liquido a hervor y dejar reducir para que comience a concentrarse. Una vez que llegue a un tono que nos parezca interesante, apagar el fuego y agregar una cucharadita de vinagre y dos gotas de aceite esencial de romero. Estos dos últimos ingredientes no son imprescindibles, sirven para mejorar la fijación pero si no tenemos, no hay problema. 4- Dejar enfriar y tamizar con un cedazo o paño fino de algodón para filtrar el tinte, depositándolo en un frasco o contenedor limpio. Y ya está listo para usar. Se puede observar todo este proceso en PINCELADAS, el segundo video de mi curso online gratis CUATRO ESTACIONES.
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